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     Universitas del Mediterráneo al Pacífico es un Congreso Internacional de Historia del Arte con sede principal en la Real Academia de España en Roma, dirigido por Manuel Parada López de Corselas y Laura María Palacios Méndez. Se celebrará en Roma del 20 al 23 de septiembre del 2017 y su call for papers está abierto hasta el 1 de abril del 2017. Se trata de un año en el que, a través de esta actividad, celebramos asimismo el V centenario de la llegada a España de Carlos de Gante (futuro emperador Carlos V), del fallecimiento del Cardenal Cisneros y del nacimiento del eminente artista y teórico Francisco de Holanda (portugués de origen flamenco al servicio de las cortes de Portugal y España, y amigo de Miguel Ángel). Todos ellos personajes clave para la cultura del mundo hispánico y la Europa del Renacimiento. 

     El congreso se centra en el estudio del arte que se desarrolló en los albores de la globalización que hoy define la sociedad contemporánea, cuando se crearon  nuevas vías de interculturalidad que han determinado las relaciones internacionales hasta nuestros días. Concretamente el objetivo será el patrimonio que durante los siglos XV y XVI se promovió al amparo del creciente mundo hispánico. En él se pretende reconsiderar las máximas con las que poder acercamos al pasado de un modo más amplio, a través de la interdisciplinariedad y la interculturalidad. En primer lugar relevando las ideas de centro periferia, que simplifican la realidad de un mundo interconectado a través de un complejo sistema de redes nodos. Dentro de esta trama, los reinos peninsulares fueron adquiriendo progresivamente mayor importancia, culminando en las figuras de Carlos I y Felipe II cuyo poder creció paralelamente a los territorios que fueron quedando bajo su mando o influencia. Este hecho iniciado en el siglo XV permitió que una de las claves de las manifestaciones de la cultura hispana fuera la pluralidad. Un aspecto que debemos comprender dentro no sólo del ámbito europeo -en tanto que Europa no es un ente aislado-, sino allende los mares; primero de todo el Mediterráneo, como puente ancestral de comunicación, y finalmente del Atlántico hasta el Pacífico, pareciéndole a los austrias non sufficit orbis.

 

    En este punto es donde se cruzan las coordenadas del espacio con una multiplicidad de tradiciones, cuyo encuentro y diálogo dio lugar en estos siglos a uno de los fenómenos más especiales de la cultura: los sincretismos. Estos son sin duda una continuación de la historia precedente de la Península Ibérica, la cual siempre fue cruce de caminos de civilizaciones y culturas debido a su situación estratégica, un punto de encuentro que  en los siglos XV y XVI se abre a nuevos horizontes. Así pues, por un lado en la transición de la Edad Media a la Edad Moderna se asienta el sustrato de la Hispania romana, cristiana, musulmana y judía; cuyo legado fue configurando los usos, conceptos y estética del arte más allá de las creencias. Por otro, sobre esta miscelánea irán tomando partido: Italia, Flandes, la América prehispánica, las islas del Pacífico como Filipinas, y otras potencias como China y Japón.

  De este modo, en el mapa cultural hispánico se genera una iconosfera interrelacionada a nivel global, que se define en las fluctuantes tensiones y simbiosis entre estos pueblos respecto a lo político, económico, social y cultural. Una red de conexiones que darán lugar a esa pluralidad en las artes, pero también al asentamiento de unas hegemonías, que tratarían de definir su papel y su protagonismo dentro de la diversidad. Una Universitas que se entrelaza en ciudades clave como Sevilla, Amberes, Nápoles, Acapulco o Manila, puertos de cultura; en instituciones, embajadas, sucursales de banca y comercio; en figuras como virreyes, diplomáticos, exploradores, misioneros, mercantes... que servirán de nodos a un horizonte cultural poliédrico y en expansión

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